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Cesáreo del Valle Junco, nació en Carabaño el 24 de febrero de 1878. El currículo masónico de este notable cabranés...
 
Cesáreo del Valle Junco, nació en Carabaño el 24 de febrero de 1878. El currículo masónico de este notable cabranés, aparte de que fue el impulsor de un proyecto masónico en Cabranes, es el siguiente.
 
Se le encuentra en los listados de “miembros activos” de la logia Jovellanos 337, donde se inicia como “aprendiz masón” el 21 de agosto 1921 con el nombre simbólico de “César”. Cuando esta logia se reconvierte en la Jovellanos nº1, con la reorganización de la masonería en las Grandes Logias Regionales, obtiene el 29 de diciembre de 1922 el grado de Compañero (2º), y finalmente se le exalta al Maestro Masón (3º) el 1 de junio 1923.  Su permanencia en la logia gijonesa, se constata al menos hasta 1928, que es donde se acaban los cuadros lógicos en los que podríamos estudiar su trayectoria masónica. En una nota del Secretario de Declaraciones del Juzgado, comenta que Valle del Junco ha estado cotizando a la logia Jovellanos 1 hasta casi 1940, cuando en realidad eso es difícil que hubiera pasado, puesto que no solo hay una reunificación de los mermados efectivos en 1937, sino que tras el derrocamiento del régimen republicano la Gran Logia Regional (GLRN) lleva todo su aparato administrativo tras de sí hacia el valle de Barcino (Barcelona) para luego emprender el exilio a Francia, y los escasos documentos de ese período no hay constancia de que Cesáreo estuviese cotizando al taller gijonés. Por otro lado cabe la posibilidad de que tras la marcha de la GLRN, ésta hubiera dejado aquí una pequeña infraestructura de socorro y protección de los hermanos masones que se quedaban, pero no hay constancia de ello, ni en otras retractaciones se palpa el que hubiera en la región una seudo actividad masónica encubierta. Valle del Junco  como casi todos los masones fue victima del el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, el cual por sentencia le  separa del servicio como secretario. 
 
Atendiendo a su acta de retractación que  es de lo más curiosa, pues dice que fue invitado por José Mª Rodríguez a una sesión de espiritismo y masonería y que los citados personajes espiritistas perdían los estribos al realizar su trato con los espíritus..., ignoraba que la Masonería estuviera excomulgada por la iglesia... y que se había ido de la masonería por falta de pago y que recibió una carta en términos extraños para él, pues hablaban de una “plancha de quite y que por tanto  no sabe cómo fue su baja” (Acta de retractación de Cesáreo Junco del 1 de marzo de 1944,. ANHGC/ AHPA, Rollo 286). Lo que estaba haciendo, como otros muchos masones, era intentar rebajar la carga del delito, y expone como alegación y/o atenuante el hecho de haber tenido un hijo en el frente nacional, lo cual, en parte, le salva, a sus 66 años, de una grave condena, pues finalmente la pena se queda tan solo en la separación e inhabilitación para cargo público, en función de los considerandos planteados. La pena no fue tan grave, pues en ese momento Cesáreo del Valle Junco estaba jubilado y, dos años más tarde de dictarse la condena, en 1948, muere en su casa natal de Casa del Río (Cabranes) (V.G.)