Construida en el
siglo XVIII, San Bartolomé de Pandenes es una iglesia rural, cuya fábrica es de
nave única rectangular y adintelada, rematada, a su vez, con una cabecera
cuadrada, destacada de la nave por ser más estrecha y estar cubierta a menor
altura, y una espadaña de doble vano.
La fachada
principal está orientada de Norte a Sur y se presenta al visitante con una
puerta de arco de medio punto. En la fachada sur existe, además, otra puerta
adintelada. Estas dos fachadas están recorridas por un pórtico sostenido por
ocho sencillas columnas de madera y cubierta por madera tosca. Desde el
exterior se puede advertir que puertas, ventanas y esquinas fueron cubiertas
por sillares y que el resto de los muros se realizaron con sillarejo enlucido.
El interior de
San Bartolomé recibe la luz a través de cuatro ventanas, de las cuales tres se
abren desde la pared Este. De los tres vanos, uno es saetero, con arco de medio
punto, y las otros dos dibujan sobre la fachada sendos ojos de buey. Bajo la
espadaña, situado en la fachada principal, luce otro vano con esta singular
forma que ilumina el acceso al templo. El pavimento del interior del templo es
de terrazo y ladrillo.
La sacristía de
la iglesia está adosada a la pared Este. El acceso a esta parte de la iglesia
se realiza por medio de una puerta con arco de medio punto de similares
características a las del resto de la iglesia. Además, recibe la luz exterior a
través de una ventana cuadrada.
La iglesia
cuenta en su interior con un coro y una tribuna a la que se accede por medio de
una escalera interior situada junto a la pared Oeste. Desde esta parte del
templo se eleva otra escalera que permite llegar hasta el campanario.
Como su nombre
indica, esta iglesia está bajo la advocación de San Bartolomé, pero también
cuenta con una imagen de Nuestra Señora del Rosario. Del techo del altar
también pende un crucifijo, al tiempo que un Nazareno se eleva desde la
tribuna: sendas tallas son de tamaño natural (V. G. M.).