Cabranes

Enciclopedia de Cabranes.

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Catastro de Ensenada

 
Demografía de Cabranes a lo largo de la Edad Moderna

Los primeros datos demográficos que se tienen de la población asturiana en general, y del concejo de Cabranes en particular, derivan de diversos vecindarios y censos que se realizaron en distintos momentos de la modernidad por causas económicas o militares.
El primer censo de población de la Corona de Castilla se llevó a cabo durante el reinado de los Reyes Católicos, que encargan en 1482 al asturiano Alonso de Quintanilla, contador de la Corte, efectuar un recuento de habitantes del reino, que dio como resultado la cifra de millón y medio de vecinos de todas clases, unos siete millones y medio de almas. El censo se realizó contando los fuegos u hogares existentes, y en él “no se determina ni se marca separadamente el número de vecinos ni de habitantes del Principado”, según cuenta M. Sangrador y Vítores en su Historia de la Administración de Justicia y del Antiguo Gobierno del Principado de Asturias, publicada en 1866.
En torno a 1530, reinando Carlos I, se realizaron pesquisas para confeccionar un nuevo padrón, en el que, por lo que respecta a Asturias, sólo aparecen reflejados 136 vecinos pecheros de la ciudad de Oviedo.
A lo largo de sus cuarenta y dos años de reinado, Felipe II intentó conocer el número de habitantes de sus territorios con el fin de levantar levas para sus ejércitos y repartir igualitariamente entre los pueblos los servicios que debían pagar. El primer censo significativo se llevó a cabo en 1557 y da para Asturias la suma de 51.557 vecinos. Treinta años más tarde, en 1587, ordenó a los obispos que le enviaran una relación de todas las parroquias o pilas de cada diócesis. El obispo de Oviedo, D. Diego Aponte de Quiñones, cumplió el encargo enviando una relación de arciprestazgos, arcedianatos y pilas que comprendía el deanato del episcopado ovetense. Y es aquí, dentro de las 150 parroquias que comprendía el arcedianato de Villaviciosa, donde encontramos las primeras referencias sobre las parroquias de Cabranes, aunque unidas a las del vecino concejo de Nava. En total, secontabilizan 11 pilas entre los dos concejos, aunque no consta el número de los parroquianos. También comunicó por escrito al rey que “ […] anda el Principado en cantidad de ochenta mil vecinos sin lo de las Babias y San Millán” (1), zonas de León y Galicia comprendidas en la diócesis de Oviedo.
 
Mucho más interesante y cercana nos resulta la recopilación realizada por D. Tomás González. En su Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI (1829) transcribe las vecindades de 1594, tomadas del Libro del repartimiento que se hizo de los ocho millones de donativo…, concedido a Felipe II y que debían ser abonados por los vecinos pecheros. Aunque los datos son de 1591, como en su día demostró Ruiz Martín (2), se incluyeron en él no sólo los vecinos pecheros, sino también hidalgos, clérigos y religiosos, estos últimos considerados en razón de un vecino por cada diez o fracción superior a siete. En este censo aparece fijada la población del Principado en 37.517 vecinos, de los cuales 296 corresponden a la Villa de Santa Olalla y concejo de Cabranes, exactamente el 0,78 % de la vecindad asturiana. Por lo tanto, es el primer dato fiable de la población del concejo y, como vemos, es de finales del s. XVI.
El siglo XVII no fue prolijo en aportaciones demográficas. Las diferentes crisis por las que pasó el país en esta época pueden explicar la falta de vecindarios. Alguno que ha llegado hasta nosotros, como el de 1646, realizado en el reinado de Felipe IV, aporta datos sesgados de la realidad asturiana. En él sólo aparecen reseñados 20 concejos asturianos, pero no se cita Cabranes. Y sorprende que la población de esos concejos asciende a un total de 51.588 vecinos, 14.071 más que en 1591, sin contar el resto de los habitantes de los concejos asturianos. Esto supone un aumento de más del 27 % respecto al Censo de Tomás González.
Refleja también Sangrador y Vítores en la obra citada, una nueva relación de población elaborada en 1694, para dar cumplimiento a la Real Cédula expedida por el monarca en fecha 20 de enero, con fines específicamente militares. En la misma se ordena investigar la población del Principado con el objeto de repartir el cupo de 722 soldados que debían formar parte de los tercios del último rey de la Casa de Austria, Carlos II. Cabranes, en este censo, cuenta con 442 vecinos, que representan el 0,85 % del total asturiano que contabiliza 51.590 vecinos. Por tanto, le correspondería enviar 6 soldados para el servicio de Su Majestad. Si se comparan los datos de este padrón con los de 1591, sorprende el notable incremento demográfico, en torno a un 50 %, que se produjo en Cabranes en el siglo XVII: 146 vecinos. Luego, ese estancamiento poblacional que tuvo lugar a lo largo del seiscientos y del que nos habla, entre otros estudiosos, Francisco Bustelo (3), para el conjunto de España, no parece que haya tenido reflejo, sino todo lo contrario, en Cabranes.
 
A diferencia de lo afirmado para el XVII, el conocimiento de la población del siglo XVIII se halla facilitada por la existencia de varios censos levantados en diferentes periodos de la centuria y con diversos grados de fiabilidad y verosimilitud en su elaboración, dependiendo de la coyuntura económica o militar del momento. La Guerra de Sucesión que se generó en los albores del siglo con la llegada al trono español del primer Borbón, Felipe V, dejó las arcas de la Hacienda exhaustas, y en esa situación el rey necesitaba conocer el número de contribuyentes, por lo que encarga en 1713 al superintendente de Hacienda, Marqués de Campoflorido, que realice un nuevo vecindario en el que se marcasen las diferencias económicas de los cotizantes, excluyendo a los pobres de solemnidad. “Para Asturias dio un total de 30.436 vecinos, de los cuales 6.789, es decir, el 22,3%, tenían más de 50 ducados de capital; 13.735 vecinos, el 45,12 %, oscilaban entre ½ real de vellón y 50 ducados; el resto, pobres de solemnidad” (4).
La riqueza de los 20.524 vecinos contribuyentes ascendía a 25.241.510 reales de vellón. En cuanto a Cabranes, el censo proporciona la existencia de 47 contribuyentes, con capital de más de 50 ducados, 86 de menos de esa cantidad y 66 pobres de solemnidad. También se incluyen por primera vez 15 vecinos del Coto de Camás, que figuran como pobres de solemnidad. En total, el concejo contaba con 214 vecinos, el 0,70% de los asturianos, y la riqueza de los contribuyentes ascendía a 73.249 reales de vellón, que representa el 0,29 % del total del Principado.
Si comparamos este recuento con lo aportado en la relación de población realizada en 1694, observamos claramente que el Censo de Campoflorido presenta una cuantiosa reducción de la población que lo hace por lo menos sospechoso de ocultaciones. A pesar de la Guerra de Sucesión y de algunas crisis de subsistencia motivadas por mal tiempo acontecidas en el primer decenio del setecientos, no es posible demostrar con datos una caída tan brusca de la población que se cifra en 228 vecinos cabraneses, más de la mitad de los censados diecinueve años antes, y por tanto tampoco se puede admitir la desaparición de 21.154 vecinos asturianos. De ahí que nos resulte poco fiable, lo mismo que el siguiente realizado en el Principado por la significativa reducción de vecinos contribuyentes.
 
Efectivamente, en 1745, la Diputación volvió a formar un nuevo padrón tratando de averiguar cuántos vecinos tenían la obligación de pagar cargas impositivas. Esos vecinos pecheros eran únicamentelos de estado llano, y por eso se excluyen de la relación a los hidalgos y clérigos que pertenecían al estamento noble y eclesiástico, respectivamente. Sólo 9.958 vecinos asturianos son población pechera, por tanto un 48 % de los vecinos con posibles en 1713. En Cabranes sólo hay 7 pecheros y 9 forasteros, que, sumados a 1 pechero y 2 forasteros del Coto de Camás, dan un total de 19 vecinos obligados a pagar impuestos, la mayor parte gente recién llegada al municipio. Si se concede fiabilidad a estos datos, se puede afirmar que un 95 %, la casi totalidad de los cabraneses, pertenecerían al estado noble, serían hidalgos y, por tanto, se verían libres del pago de impuestos.

Población y economía de Cabranes en 1752

El deseo de analizar con rigor estadístico la población real del concejo de Cabranes y de esa forma comprobar si los censos anteriores aportaban datos fehacientes o por el contrario falseaban la realidad, hizo necesario centrar nuestra investigación en el estudio del Catastro del Marqués de la Ensenada, ya que sus importantísimas aportaciones nos van a permitir conocer tanto la población existente como la realidad económica en que se movían sus habitantes.
El Catastro del Marqués de la Ensenada fue la primera gran encuesta realizada en España con la excepción de las islas, Corona de Aragón, reino de Valencia, Navarra y Señoríos Vascos. La promulgación del Real Decreto de Fernando VI, de 10 de octubre de 1749, constituye el origende esta averiguación catastral, que pretendía conocer las riquezas y bienes de los vecinos de la Corona de Castilla de manera nominal, por lo que subsidiariamente dio lugar a un completísimo censo de población. El proyecto de Ensenada constituía una auténtica reforma fiscal, un intento serio de lograr la corresponsabilidad contributiva, ya que buscaba unificar en una Única Contribución proporcional a la riqueza de cada uno, los variopintos impuestos ---alcabalas, millones, cientos, tercias reales, el derecho de fiel medidor...--- que recibían el nombre de rentas provinciales (5), sin duda alguna las másinjustas, pues recaían básicamente en el estado general, del que los pobre seran mayoría. Aunque el censo catastral no tuvo repercusiones económicas para la Real Hacienda, debido a las protestas de los estamentos privilegiados que dieron al traste contan singular empeño, sí lo tiene en cambio para la historiografía, pues de las respuestas generales y particulares se desprenden multitud de datos que permiten conocer la relación nominal de los cabezas de familia, de sus cónyuges, de sus hijos, las edades, profesiones, cargos políticos, bienes raíces, tipos de cultivos, ganados, rentas y otros muchos detalles de interés.
 
El Catastro del Marqués de la Ensenada de Cabranes se confeccionó en 1752. Se compone de cinco volúmenes, de los cuales cuatro corresponden a las respuestas generales y particulares de legos, incluyendo uno dedicado en exclusiva al Coto de Camás. El tomo 1º, referido a eclesiásticos, se encuentra desaparecido. El resto se conserva en buen estado en la Casa Consistorial cabranesa. Las respuestas particulares están recogidas por parroquias (6), y allí se contabilizan todos los vecinos existentes con sus familias, profesiones y bienes.
En cuanto a los datos demográficos, el Catastro nos aporta un índice de vecinos ordenados por el nombre y que suman 618, entre los que se hallan contabilizados 59 cabezas de familia del entonces Coto eclesiástico de Camás. Habría que sumarles los 12 clérigos existentes, según la respuesta 38 de las generales. Serían 6 titulares de las parroquias, más algunos presbíteros ayudantes o titulares de capellanías, de los cuales 2 aparecen residiendo en casa del padre o de un hermano que tienen título de Don y otro es clérigo de menores y cursante en Oviedo. Por lo tanto, habría que censar a 9 vecinos más, con lo que tendríamosun total de 627, número no coincidente con la respuesta 21 de las generales, en la que se afirma que hay 586 (7). Tras analizar la relación aportada por cada vecino, en la que se citan los miembros de su familia que viven en la casa, más los que componen el servicio doméstico, se ha podido comprobar que lapoblación de legos cabranesa era de 2.273 personas, a la que habría que sumar el séquito de los curas párrocos y de sus coadjutores, que presumiblemente era bastante numeroso. Estaría compuesto por familiares y por personal de servicio (amas de llaves, criados, criadas…), pero de los que no tenemos constancia escrita, al haberse perdido el citado tomo de eclesiásticos. Por tanto, un cálculo aproximado cifraría la totalidad de la población entorno a los 2.300 habitantes.
 
Gráfico1

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La parroquia más poblada es la de Santa Eulalia, con 181 vecinos, que suman 663 habitantes, seguida de Torazo, con 146 vecinos y 568 habitantes en su conjunto.

Fresnedo cuenta con 84 vecinos y 316 habitantes, a los que habría que añadir 59 vecinos del Coto de Camás o 173 habitantes más. En total, daría 143 vecinos y 489 habitantes. Viñón contaba con 79 vecinos y 274 habitantes. De Pandenes y Los Villares, que constituyen la parroquia de Zelada, de Cabranes conocemos el número de vecinos de cada pueblo: Pandenes cuenta con 38 cabezas de familia y 139 residentes, mientras que Los Villares está habitado por 20 vecinos, que contabilizan 64 miembros. Gramedo contabiliza sólo 11 vecinos y 70 habitantes, siendo la parroquia con más pobladores por casa, 6,36, mientras que en el Coto de Camás no llegan a tres, exactamente 2,93 moradores por vivienda.

 

 
Gráfico2

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El catastro cabranés proporciona también el número de emigrantes que se encuentran fuera, bien en otros concejos asturianos o en otras tierras de España. El recuento dala cifra de 54 habitantes varones, de los que se expresa claramente que están ausentes. Se trata de padres e hijos mayores de 18 años, de los que no se precisa ni ocupación ni lugar de destino. La excepción la encontramos en un vecino de la parroquia de Santa Eulalia, llamado Gregorio los Corrales, que censa a un hijo varón, de nombre Joseph, del que dice que se halla “ausente en Reinos de Castilla”. Por lo tanto, sólo un 2,35 % de los cabraneses se encuentran fuera, porcentaje bajísimo si lo comparamos con la cantidad de jóvenes que comenzaron a abandonar el concejo un siglo después, en la segunda mitad del XIX.
Es interesante analizar la población cabranesa a partir de los datos proporcionados por los cabezas de familia sobre la edad de sus miembros. En este caso se debe tener encuenta que a las mujeres casadas no se les considera su edad, por lo que se les ha relacionado la misma que a su cónyuge, pues la diferencia de edad de los matrimonios apenas variaba. Tampoco se fija la edad para los niños y jóvenes solteros, aclarando únicamente si son menores o mayores de 18 años, salvo en el caso del Coto de Camás. Así pues, teniendo presente estas irregularidades, se ha confeccionado un censo en el que se encuentran 953 jóvenes menores de 20 años, que constituyen el 41,4 % de la población, 518 habitantes de 21 a 30 años, 334 de 31 a 40, 208 de 41 a 50, 166 de 51 a 60 y 83 de más de 60 años. Sólo se cita a 14 ancianos que han llegado a los 80 años. Llama la atención el descenso importante del número de habitantes que se observa de tramo a tramo y que permite afirmar que nos encontramos con una población joven, pues el 78,5 % de los residentes tiene menos de 40 años y con una esperanza de vida corta, pues sólo 457 superan esta edad. En este sentido, los datos de la parroquia de Gramedo son suficientemente aclaratorios: ninguno de sus habitantes pasa de 50 años y de los 70 existentes, sólo 9 pasan de 40 años. Por lo tanto, era empresa harto difícil llegar a los 30 años.
El estado civil de los cabezas de familia también se halla recogido en este censo de 1752. Se encuentran casados el 69,5 % de los vecinos, los viudos y viudas suman el 24,5% y el 6 % restante son solteros y solteras. Existe un número mayor de viudas que viudos, 95 y 58, respectivamente. Y más varones casados de segundas nupcias que mujeres. La soltería es escasa entre los vecinos mayores de 18 años, encontrando también más mujeres célibes, 26, que varones, 12. (8) Como dato extraño para aquel tiempo, existe un vecino separado: se trata de D. Andrés de Hevia y Caso, caballero y regidor, de 68 años, casado con Dña. Lucía de Carrio, de quien está separado por autoridad competente. Es una persona influyente y con recursos, pues mantiene para su asistencia a una criada y dos criados.
 
Un aspecto muy interesante proporcionado por el Catastro cabranés es la condición social de sus habitantes. Y, tras su análisis, se confirma el hecho, ya anunciado en la averiguación de 1745, de que casi la totalidad de los vecinos son hidalgos, el 96,65 %, porcentaje muy alto si lo comparamos con municipios cercanos como Caravia (9), donde el estamento nobiliario representa el 67,13 % del colectivo social. Por lo tanto, 607 cabezas de familia, de los 628 existentes, pertenecenal estado noble, aunque sólo 13 de ellos tienen tratamiento de don. Estos hidalgos notorios son ostentadores de los cargos públicos como regidores o jueces nobles, y aunque algunos figuran como trabajadores del campo, la mayoría viven de sus rentas o trafican en negocios lucrativos, como la compraventa de avellana.
La hidalguía prácticamente universal de los cabraneses aparece tanto en propietarios como en aquellos vecinos sin ningún recurso económico. Tal es el caso de un vecino del pueblo de Pandenes y de una vecina de la parroquia de Viñón y de otras tres mujeres consignadas como pobres de solemnidad o que viven de limosna, a quienes se les otorga la categoría de hidalgas. Por lo tanto, del resto de los residentes la casi totalidad son hidalgos, tienen alguna propiedad, son por tanto “hijos de algo”. Incluso la mayoría de la servidumbre pertenece a la hidalguía. Este hecho social hace que en sus respuestas particulares algunas familias no confiesen su difícil situación económica, pues en la respuesta 36 de las generales se asegura que hay 15 pobres de solemnidad.
Aunque del estamento eclesiástico no tenemos constancia escrita, a través de las respuestas particulares y generales se deduce la existencia de 12 eclesiásticos, de los que dos presbíteros residen en casa de familiares. El resto residirían en las casas rectorales o en casa propia. Si tenemos en cuenta a parientes cercanos y a los sirvientes, no sería extraño contabilizar unas 30 personas en estos hogares. Por lo tanto, estos clérigos representarían el 1,6 %de los vecinos, porcentaje que bajaría al 0,52%, si los comparamos con el conjunto de moradores del concejo. Desconocemos su patrimonio, al haberse perdido el libro de eclesiásticos, pero por noticias de las generales sabemos que algunos participaban en negocios lucrativos, como el cura de Torazo, que era el mayor comprador de avellanas del concejo, que enviaba a Gijón y porlas que obtenía unos beneficios de 600 reales al año. Y, por otra parte, la Abadía de Nuestra Señora de Covadonga resulta ser el mayor hacendado del concejo, con unas rentas procedentes de bienes raíces, de foros y de primicias de 6.699 reales.
El estado general o llano está compuesto por 11 vecinos cabezas de familia, que con sus cónyuges e hijos suman 40 habitantes, a los que hay que añadir 3 criados y otras tantas criadas. En total 46 miembros, el 1,75 % de la población. Todos son trabajadores del campo, excepto 1 vecina, soltera, que vive “de limosna”.
 
Gráfico3

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En cuanto a la servidumbre, se contabiliza la existencia de 89 personas que ganan su vida en el servicio doméstico, un 3,86 %. Son 46 hombres y 43 mujeres, que se reparten por hogares de gentes con posibles en todo por todo el municipio. Sólo en las casas de D. Andrés de Hevia y Caso, caballero y regidor del concejo, residente en Santa Eulalia, y en la de D. Santiago Madiedo, hidalgo notorio y regidor, vecino de la parroquia de Viñón, encontramos 3 criados. En otras7 casas, pertenecientes lógicamente a personas pudientes, aparecen sirviendo 2. Son gente muy joven, la mitad de ellos menores de 18 años. En cuanto a su soldada, 30 de ellos sirven sólo por comida y vestido, y el resto reciben cantidades de dinero que oscilan entre 1 y 13 ducados más la comida. El jornal más corriente eran 6 ducados anuales. Y sólo, como excepciones, 1 criado ganaba 13 ducados, y otro ganaba 12 reales (10).
También proporciona el Catastro la actividad profesional de los cabraneses que se declaran prácticamente en su totalidad trabajadores del campo. Son el 86,75 %, cifra que se incrementaría con los vecinos de los sectores secundario y terciario que declaran oficio u otra ocupación a la vez que trabajadores del campo. Sólo existen contadas excepciones de vecinos que viven de rentas o exclusivamente de su oficio. La mayoría de los artesanos compatibilizan la labranza con el desempeño de su especialidad, a la que dedicarían algunos meses, aunque sólo en las respuestas particulares se hace mención de un vecino de Camás, labrador y sastre, que se dedica a esta profesión sólo una tercera parte del año. Por lo tanto, trabajan y viven de la tierra o de sus ganados la mayoría de la población, y son muy pocos los que viven exclusivamente del desempeño de labores secundarias o terciarias.
El sector artesanal o secundario está representado en todas las parroquias, menos en la de Gramedo, donde todos los vecinos se declaran únicamente trabajadores del campo, por 49 vecinos, el 7,8 %, dedicados al trabajo en los siguientes oficios: canteros, herreros, carpinteros, madreñeros o especialistas en "hacer zapatos de palo", zapateros, panaderas, sastres, costureras y tejedoras, de quienes se conoce su jornal diario:
 
Canteros hay 3 en la parroquia de Santa Eulalia, que devengan 2 reales y de comer (11); herreros se contabilizan 8, de los que 6 desempeñan su oficio en la parroquia de Santa Eulalia, los otros 2 en Torazo y Pandenes, aunque en la respuesta general 33 se dice que “ay siete ferreros y les regularon a cada unoa dos reales y medio por día”; hay 10 carpinteros, de los que 2 son toneleros yse les regula de sueldo 2 reales y de comer: 4 se encuentran en la parroquia de Fresnedo, 2 en Los Villares y el resto entre Torazo y Santa Eulalia; madreñeros, 2, que ganan a real y medio y de comer; sólo hay 1 oficial zapatero en la parroquia de Fresnedo, a quien regulan como jornalero 1 real; hay 6 panaderas, todas de la parroquia de Torazo, de quienes se dice en la respuesta 32 lo siguiente: “ay así mismo seis paneras que maian Pan para vendera sí en los mercados como fuera de ellos por cuio trato les regulan de ganancia annual a sesenta reales a cada una”; se contabilizan 3 maestros sastres y 4 oficiales del mismo oficio, casi todos emparentados, viviendo 5 en la parroquiade Santa Eulalia y 2 oficiales en la de Viñón, a quienes se regula, respectivamente, 2 y 1,5 reales y de comer, diariamente; las costureras son 5,repartidas por todas las parroquias; tejedoras se cuentan 7, ubicadas 3 en la parroquia de Santa Eulalia, 3 en la de Torazo y 1 en la de Fresnedo y nose les asigna salario, igual que en el caso anterior.
También se valora el trabajo de jornaleros y criados de la siguiente forma: "A los labradores que salen a jornal algunos días, les regulan 1 real y de comer que importa otro. Y a los criados de servicio se les regula 1 real diario por la comida".
Habría que añadir, a los citados, los profesionales artesanos del Coto de Camás, a saber: 4 oficiales de sastre, 2 carpinteros y 1 tejedora, que desarrollan estos oficios básicamente en los meses de inactividad agrícola. En el resto del año se dedican básicamente altrabajo del campo.
Respecto a los cabezas de familia que viven del sector terciario, es decir, del comercio y de actividades liberales, también se cuenta con un representativo y selecto elenco de miembros, en virtud de sus ganancias. Son el 4,3% y está formado por 27 personas, de las que en 13 casos se compaginan sus trabajos profesionales con los primarios. A ellos había que añadir los clérigos. Aparecen nombres y ganancias en la respuesta 32 de las generales, en las que se pregunta “si en el pueblo hay algun tendero de Paños, Ropas de Oro, Plata, y Seda, Lienzos, Especería, ú otras Mercadurías, Medicos, Cirujanos, Boticarios, Escribanos, Arrieros, &c.”, y así se pueden citar:
 
1 tratante de paños ordinarios, bayetas y avellanas en Torazo, Santiago Álvarez de la Villa, al que se le regula una ganancia de 500 reales; 2 escribanos de número y ayuntamiento en la parroquia de Torazo, Thomás Suárez y Francisco Antonio Pedregal, a quienes se les regula 300 y 400 reales de utilidad, respectivamente, aunque éste último en su declaración particular dice ganar 550 reales al año; 1 abogado enTorazo, D. Fernando González de los Corrales, del que se dice es “profesor de la Facultadde Leyes y graduado de Bachiller en Cánones, zerca de lo qual dirije algunos litigantes” por lo que se le asignan 400 reales; 1 maestro de primeras letras, Joseph de Cuesta, también en Torazo, que combina esta actividad con el trabajo del campo, que gana 100 reales; 1 cirujano, Baltasar de la Vega, de la parroquia deTorazo, a quien por tener avanzada edad, 80 años, no se le considera utilidad al no desempeñar ya su oficio; 4 tratantes en avellanas: D. Thoribiode Argüelles, Cura de Torazo, a quien se le regula 600 reales, D. Bernardode Escobedo, a quien se le asigna una utilidad de 300; D. Andrés de Hevia, que devenga 80, y D. Antonio de la Huerta, que gana 60. Estos tres últimos son hidalgos notorios de la parroquia de Santa Eulalia, y en el caso de los dos primeros, ocupan el cargo de regidores del Ayuntamiento; 4 tratantes en sidra, D. Santiago Madiedo, de la parroquia de Viñón, Francisco Blanco y Francisco del Riego de la de Fresnedo, y Juan Antonio de los Corrales, de la de Santa Eulalia.
 

Acada uno le regulan 30 reales cada segundo año, por lo tanto 15 al año; 1 arriero, que trafica con 5 caballos, de la parroquia de Viñón, Bernardo Álvarez, quien va Madrid y a otras partes de Castilla, a quien regulan 500 reales anuales; 2 arrieros, Juan del Corripio, de la parroquia de Viñón, y Pedro Sánchez, de la de Torazo, que se dedican con 2 caballos cada uno alacarreo de carbón y otros portes, a quienes se les regula 100 y 65 reales, respectivamente; 4 tratantes de bueyes, en Torazo, que compran una pareja en un mercado y la venden en otro, por lo que les regulan una utilidad anual de 60 reales a cada uno; hay 1 tabernero de vino en la parroquia de Santa Eulalia, Bernardo del Valle, a quien se le asigna una utilidad de 50 reales; 7estanquillos de tabaco al por menor, situados en Santa Eulalia, Torazo, Los Villares, Fresnedo, Piñera, El Préstamo y Viñón: se les regula una ganancia de 100 y 150 reales a los dos, primeros respectivamente, y al resto una utilidad general de 50 reales. Habría que sumar también un estanco, sito en Camás.

Todos los vecinos cabraneses habitan, según la respuesta 22 de las generales, en 515 viviendas, encontrándose otras 57 arruinadas y deshabitadas; poseen 259 hórreos y 96 paneras y no se contabilizan las cabañas existentes, aunque se las cita. Al ser concejo de realengo, las casas no pagaban cargas por establecimiento del suelo. Y en cuanto al valor de una casa ordinaria puesta en renta, era de 2 copines de Pan, el de un hórreo de otros dos y el de una panera de cuatro.
Puesto que la casi totalidad del vecindario vivía del campo, es interesante conocer los tipos de tierra y su sembradura, qué plantíos existían, cuál es la medida de tierra, qué cosechas se obtenían y qué valor se les otorgaba.
En primer lugar, en el término municipal se clasifican nueve especies de tierra, a saber: huertos de hortaliza; tierras de dos cosechas, primero alcacer y después maíz, y habas o cáñamo; tierras que dan maíz y habas todos los años; tierras de alternancia, un año dan pan y otro maíz y habas; tierras de panizo, un año dan pan, otro panizo y maíz; tierra plantada de árboles; prados de regadío y de secano; pastos pacederos y matorrales de particulares; montes del común y de particulares.
 
Las cosechas difieren según sea buena, mediana o ínfima la calidad de las tierras de sembradura, aunque se especifica que las tierras de panizal, de pastos, de matorrales y de montes son de ínfima calidad. Debido a la importancia de las castañas en la dieta delos habitantes, los plantones de castaños se encuentran en tierra de todas las calidades. Y los maizales no se siembran en tierras de mala calidad.
Con respecto al arbolado, se hallan plantados frutales tanto en el interior de huertas y de campos como fuera de las heredades, en los bordes de caminos. Se mencionan manzanos, perales, higueras, cerezos, nisales, avellanos, nogales y castaños, éstos últimos plantados en valladas inmediatas a los montes. Y, entre los no frutales, se mencionan robles, plantados en prados y montes, y álamos y sauces, a las orillas de los ríos. Los numerosos castaños y robles se encuentran extendidos por toda la tierra del término municipal, y el resto dispersos y sin orden.
El día de bueyes (12) es la medida de tierra usada en Cabranes, y el concejo cuenta con 16.136 días de bueyes; 4.339 días de bueyes, algo más de la cuarta parte, eran de sembradura, el 31,7%, 5.123 d. b. de prado; 2.135 de castañedo, el 13,2 %; 767 de carbayera, 46 de pumarada, 109 de avellanos y 7 de nogales; 3.610 días de bueyes, de monte, el22,7 %, de los cuales sólo 276 eran de particulares y el resto, 3.334, eran terrenos comunales de las parroquias, más del 20 %, donde cada vecino poseía“suertes” que podían cavar alguna vez para la siembra de pan o eran aprovechados comunitariamente para pasto del ganado.
En cuanto a la producción y su valor, el día de bueyes de buena calidad sembrado de pan produce dos fanegas y media, valorada cada una en 22 reales, como la de “fabes”; de maíz, cuatro y media, a 12 reales la fanega; de “fabes”, una; el día de bueyes de mediana calidad de tierra produce dos fanegas, de maíz tres y un celemín de “fabes”. Uno de inferior calidad produce de pan, una fanega, de maíz, una y media y un copín de “fabes”. Uno de panizo produce una fanega, cotizada a 6 reales, y al mismo tiempo media de maíz. El día de bueyes de prado regadío de buena calidad produce carro y medio de hierba, valorado en 12 reales, y segado y curado en 15, y de también dos paciones, una de primavera y otra de otoño, que se cotizan en 8 reales cada una, y en secano se obtiene la misma producción, pero se valoran las paciones a la mitad. El día de bueyes de pasto a diente lo regulan en dos reales y el de matorral de particulares para pasto o árgoma, areal. El aprovechamiento comunal de los montes o de las erías padroneras, cuando éstas se rompían, no se valoraba.
 

Y finalmente, sobre el número de árboles y la producción que se recolecta, en la respuesta décimo tercera se dice que en un día de bueyes de castaños se plantan 20 plantones, que en tierra de buena calidad producen dos fanegas, bajando a una y media y una en tierras de mediana e inferior calidades, a razón de 4 reales fanega; de manzanos 30---ordenados y en hileras, como los avellanos---, que producen cada dos años 16 fanegas de manzanas o una pipa de sidra, que vale 44 reales; de avellanos, 50 pies, que producen cada año tres cuartas partes de una carga (13), por la que se pagan 22; de nogales 12, recolectándose fanega y media de nueces, a 5 reales fanega; de robles 32, y por su poda, le regulan 1 real por año. (J. M. R. H.).


Notas bibliográficas. (1) Matías Sangrador y Vítores, Historia de la Administración de Justicia y del antiguo Gobierno del Principado de Asturias, reed. facsímil, Oviedo 1975, pág. 167; (2) Felipe Ruiz Martín, “Demografía Eclesiástica hasta el s. XIX”, en Diccionario de Historia Eclesiástica de España; (3) Francisco Bustelo García del Real, El Vecindario de Campoflorido e Instituto Enrique Flórez, C.S.I.C., Madrid 1972, pág. 683; “La población española del siglo XVII”, en Revista de Historia Económica. Año VII. Nº 2. 1989, págs. 297-322; (4) J. Manuel Rodríguez de la Huerta y otros, El Concejo de Caravia: Economía y Sociedad (1700-1750). Universidad de Oviedo, Servicio de Publicaciones,Oviedo 1992, pág. 28; (5). La recaudación de la Real Hacienda se basaba en tres tipos de rentas: generales o de aduanas, estancadas (sal, tabaco…) y provinciales, motivo éstas últimas del intento de reforma fiscal; (6).En la 1ª respuesta general se dice que ”esta población se llama Cabranes, que es Conzejo y se compone de las Parrochias de Sta Eulalia, Thorazo, Fresnedo, Vinón, Gramedo y Zelada de Cabranes”. Esta última comprendía los pueblos de Pandenes y Los Villares (7). “A la veinte y una que en el término ay quatrozientos y cincuenta y ocho vezinos noventa y siete biudas treinta y un mozos y mozas solteras cavezas de casa y q ninguno avita en alquería o casa de campo”. Suman 586 vecinos, cifra un tanto distante de los datos aportados por las respuestas particulares, en las que se contabilizan 618 vecinos, sin contarlos clérigos; (8). En el recuento realizado del censo de vecinos se observa una variación importante tanto en el número de viudos y viudas como en el de solteros y solteras en relación con la respuesta 21; (9). J. Manuel Rodríguezde la Huerta y otros, El Concejo de Caravia: Economía y Sociedad (1700-1750). Universidad de Oviedo, Servicio de Publicaciones, Oviedo 1992, Pág. 37; (10). El ducado era una moneda virtual ya en aquel momento, pues las de uso corriente eran el escudo y el real. Había sido creada en 1504 y fue sustituida por el escudo en 1535 para igualar la moneda de oro castellana con la de otros países. Un ducado tenía una equivalencia aproximada de unos 11 reales; (11). En la respuestageneral 33 tasan el valor de la comida en 1 real, lo que demuestra lo caro que resultaba comer cada día; (12). “Que la medida de tierra de que se usa es un día de bueyes que consta de sesenta varas de frente y treinta de costado que hazen en zircumsferenzia ziento y ochenta varas y cuadradas millochocientas; (13) 1 carga equivalía a 2 ó 3 fanegas y éstas tiene 8 copines.

 
 

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