Cabranes

Enciclopedia de Cabranes.

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Geología

 
Cabranes presenta la singularidad geológica de ser el concejo asturiano con mayor concentración de rocas lávicas y piroclásticas, testimonio de un importante vulcanismo acontecido durante el Pérmico, es decir, en una etapa de la historia de la Tierra comprendida entre unos 300 y 250 millones de años antes del presente.
Aunque son los materiales de este período los que más abundan dentro del perímetro cabranés, se relatan asimismo pormenores de las rocas de otras edades: Carbonífero, Triásico, Jurásico, Cretácico y Cenozoico. Se describen sus características petrológicas, estratigráficas, paleontológicas y geoquímicas, además del modo de estructurarse después de las deformaciones tectónicas que las afectaron. Como colofón, se valoran los recursos del subsuelo más destacables.

Rasgos fisiográficos
El término municipal de Cabranes –enmarcado en unas coordenadas UTM HUSO 30: 4.812.700 - 4.805.870 y 298.000 - 308.600 y con una extensión de 38,31 km2– presenta una orografía medianamente accidentada de tipo montuoso con pequeñas montañas –no sobrepasan los 600 m– que diseñan una especie de anfiteatro, pues las mayores altitudes se localizan en sus bordes. Hacia septentrión se encuentran las elevaciones de Arbazal (563 m), Piedrafita, pico La Corolla (551), Pico Carroños, Peña Cabrera (464) y La Soma (528), mientras que forman los confines meridionales los picos Castiellu, Trapa, Monte Castro (462), Ludeña e Incós que, con sus 581 m de altura, se erige como el techo concejil. La diferencia entre la cota máxima y mínima es de 421 m. La plasmación geomorfológica del sustrato rocoso es un paisaje apacible y de carácter poco agreste.
La red hidrográfica encargada de modelar el relieve actual está constituida por una docena de riachuelos, siendo el de mayor longitud el río Viacaba, junto a su afluente por la derecha el arroyo Sales, que vierte hacia el norte; otros de menor entidad discurren hacia el sur, tales como los arroyos de Villanueva, Riega de Llaniella, Riega La Trapa y Bañenes.

El marco geológico
La mayor parte del concejo se encuentra enclavado dentro de la Unidad permo-mesozoica de Gijón-Villaviciosa, caracterizada por presentar terrenos relativamente modernos y con escasas señales de deformación tectónica. Sólo una estrecha banda conocida como Franja Móvil Intermedia, con una cierta complejidad estructural, barre los confines meridionales.
 
Los primeros apuntes bibliográficos sobre la geología de Cabranes se deben a Madoz (1846): “hallándose en algunos parages, especialmente en el cerro de Viacaba, mineral de carbón de piedra”, y al geólogo alemán Guillermo Schulz (1858) que hace una descripción, con un lenguaje geológico decimonónico y el conocimiento científico de la época, bastante aproximada a la realidad de los tipos de rocas aflorantes: “en la parte Sur de Cabranes, sobre todo en Castiello y Torazo, el Keuper está convertido en una arkose sumamente eurítica, cloritosa y desmenuzable, llamada cascayo, que sirve para abono de otras tierras y presenta con frecuencia colores muy variados y vivos de blanco, morado, verde, pajizo y gris confusamente mezclados y hallándose dentro de la masa metamorfoseada nódulos de pórfido descompuesto. Entre Viñón y la capital Sta. Eulalia de Cabranes, el Keuper, sin perder su estratificación regular, pero con suave inclinación al S. (que sigue así hasta la iglesia de Torazo, donde se levanta apoyado sobre terreno carbonífero) está convertido en roca arenisca y arcillosa, dura y sonora, algo porfídea, sin duda por la influencia metamórfica de los dioritos y pórfidos que asoman entre Viñón y Puerta; y con aspecto parecido se estiende este Keuper metamorfoseando por el Norte de Santa Eulalia hácia el Este de Giranes, y hácia el Norte hasta La Soma, confundiéndose en la ladera Sur de esta sierra con el terreno carbonífero tambien metamorfoseado por el gran dique de pórfido arcilloso y eurítico que constituye toda la cumbre de La Soma”.
Bellmunt y Canella (1900) también recogen observaciones geológicas de este ámbito en su libro Asturias: “El subsuelo es triásico, cretáceo y carbonífero; hay trabajos en minas de carbón y de hierro; por este rico mineral ya tiene antiguo renombre el cerro de Viacaba”.
Asimismo se han interesado por la geología local Almela y Ríos (1962), González Prado (1972), Beroiz et al. (1972) y Suárez Rodríguez (1988), que aportaron pinceladas cartográficas de las rocas conformadoras del subsuelo.
De la observación del mapa geológico de este ámbito (Fig. 1) se deduce que la gran mayoría del territorio está constituido por materiales monótonos –con una dominante coloración rojiza y grisácea y disposición tabular– del Pérmico, salvo en su borde occidental (Pandenes), donde afloran crestones calcáreos del Jurásico, y en el septentrional (Viñón), con un islote del Carbonífero productivo. Como ya se ha mencionado, el límite sur es algo más peculiar, allí aflora una banda carbonífera –que engrosa espacialmente hacia el Este– y están presentes igualmente las litologías más modernas que afloran en la zona, del Cretácico y Cenozoico, afectadas por un sistema de fallas E-O u OSO-ESE.
 
Mapa geológico del concejo de Cabranes

Mapa geológico del concejo de Cabranes

Fig. 1. Mapa geológico del concejo de Cabranes

Sin embargo, si algo caracteriza Cabranes, desde una perspectiva geológica, es por representar el vestigio volcánico de edad pérmica más importante de Asturias, pues las rocas efusivas afloran por doquier.

Los materiales
La representación litológica municipal es muy variada, pues aunque dominan las rocas volcánicas también se encuentran conglomerados (brechas, pudingas,micropudingas), areniscas, lutitas (limolitas, argilitas, pizarras), calizas, margas y carbón.
Se irán describiendo desde los más antiguos a los modernos.

El Carbonífero
En el concejo aflora parte de la cuenca carbonífera bautizada regionalmente como de Viñón-Libardón. Ya aludida por geólogos franceses Paillette et al.(1845), así como por Madoz (óp. cit.) o Schulz (óp. cit.), y más modernamente fue estudiada con cierto detalle por Hernández Sampelayo (1948) y Beroiz et al. (óp. cit.).
Los sedimentos carboníferos se distribuyen en dos afloramientos. Uno se ubica en las inmediaciones de la localidad de Viñón y el otro dibuja una estrecha franja que se adentra por la zona meridional (alrededores de La Cotariella,Torazo o Torazu, La Encrucijada o Cruciada y Fresnedo o Fresnéu),desapareciendo cerca de esta última localidad. En ambos asomos, por encima de los materiales carboníferos, se dispone una uniforme serie permotriásica, aunque por el sur el contacto entre ellos se encuentra mecanizado.
Estos materiales representan la prolongación septentrional de la Cuenca Carbonífera Central de Asturias que en un largo trecho se encuentra oculta al estar recubierta por terrenos más modernos. Las capas beneficiadas se corresponden con los paquetes Generalas y María Luisa, explotados con generosidad en la cuenca central.
A pesar de su variedad petrográfica (pizarras, areniscas, calizas y carbón), los afloramientos resultan monótonos alcanzando grandes espesores. Es de señalar la presencia puntual de bancos de caliza, alguno con potencias del orden de 20 m. Hacia oriente la seriese hace más detrítica, encontrándose frecuentes intercalaciones de micropudingas entre la homogeneidad pizarrosa.
El manchón de Viñón es atravesado por la carretera AS-255 (Infiesto-Villaviciosa), cuyos taludes exponen parte de la serie estratigráfica (Fig. 2), compuesta por pizarras y areniscas de diversos tipos –ocasionalmente tendiendo a micropudingas– entre las que intercalan capas de carbón, en cuyos techos se encuentran plantas fósiles.
 
Afloramientos de pizarras carboníferas

Afloramientos de pizarras carboníferas

Figura 2. Afloramientos de pizarras carboníferas en el talud de la carretera AS-255 a la altura de Viñón. La foto de la zquierda (p.k. 6) muestra un carbonero. 

La cuenca carbonífera de Viñón presenta una disposición alargada en sentido NE-SO -con algunos estrechamientos en su ámbito aflorante por la superposición de materiales más modernos-, adentrándose su extremo septentrional en el municipio de Villaviciosa (Fig. 3). Los estratos se encuentran plegados y fallados (asimismo con orientación NE-SO y buzamientos bastante verticales), y sobre ellos se dispone discordantemente la sucesión pérmica con disposición más tendida (Fig. 4).

 
Mapa geológico del asomo del carbonífero de Viñón

Mapa geológico del asomo del carbonífero de Viñón

 

Figura 3. Mapa geológico del asomo carbonífero de Viñón, a escala original 1: 25.000 (Hernández Sampelayo, 1948)

 

 
Cortes geológicos de Viñón

Cortes geológicos de Viñón

Figura 4. Cortes geológicos de Viñón (arriba de Patac, 1920; abajo de Hernández Sampelayo, 1948)

 

Un sondeo realizado al sur de Viñón en 1952, por la empresa Eduardo Ruiz, cortó 233 m de Pérmico y se adentró hasta los 240 m de profundidad en el Carbonífero. Otra perforación a la altura de Santa Eulalia (Santolaya) -llegó a los 800 m- alcanzando pizarras negras carboníferas a los 732 m, después de atravesar una serie pérmica constituida por alternancias de margas y conglomerados con algunas cuarcitas y rocas volcánicas.
En estos materiales se encuentran fósiles que representan tanto el Westfaliense A-B (de hace unos 315 millones de años) en las pizarras de la base: Fenestella sp., Columnal granulosus Moore, Rhipidomella cf. lyelliana Koninck, Echhonoconchus punctatus Sow., Lithostrotion sp, Karavankina sp., como el Westfaliense C-D (unos 305 millones de años): Ammodiscus, Paleotextularia, Tuberina maljavkini, Tuberina rotundata, Pseudostafella, radiolarios y equinodermos en niveles carbonatados. Concretamente, en la zona de Viñón se ha datado flora fósil como Westfaliense D (Fig. 5).
 
Fósiles descritos en Viñón

Fósiles descritos en Viñón

 

Figura 5. Fósiles descritos en Viñón (Hernández Sampelayo, 1948). Izquierda: 1) Aulacopteris vulgaris Grand'Eury;Cordaites palmaeformis Goeppert; Linopteris cf. subrongniarti Grand'Eury; 2) Lepidodendron sternbergii Brong; 3) Fenestella retiformis Mich.; 4) Chonetes mesolubus Girty; 5) Martinia minima sp.; 6) Martinia sp. Derecha: 1)Productus corrugatus M'Coy; 2) Productus (dictyclostus) hermosanus Girty; 3) Productus cora D'Orb.; 4) Productus semireticulatus Mart; 5) Productus gruenewaldti Krotov; 6) Cardinia subovalis Mall.; 7) Naiadites carinata Sow.; 8) Edmondia nebrescensis Geitz

La Sociedad Duro-Felguera ha llegado a explotar hasta nueve capas de carbón en la zona de Vegapallía, donde aún se conservan vestigios de la actividad minera, con un castillete (Fig. 6) y restos de escombreras; las galerías subterráneas presentaban un rumbo NE-SO, clausurándose el laboreo en 1964. También Hunosa posee concesiones en todo este entorno (denominadas Los Pandos). Igualmente han existido minados en la franja meridional de Torazo (vid. Fig. 1).
La cubicación del potencial carbonífero del área Viñón-Libardón (IGME, 1984) queda reflejada en la Fig. 7, con un tonelaje teórico nada desestimable de 15.974.980 t y un total explotable de 9.152.584 t.

 

 
Tonelaje teórico y explotable de carbón en la cuenca de Viñón-Libardón

Tonelaje teórico y explotable de carbón en la cuenca de Viñón-Libardón

Figura 6. Tonelaje teórico y explotable de carbón en la cuenca de Viñón-Libardón
 
 
El Permotrías
La cuenca permotriásica dibuja una morfología arqueada con la convexidad hacia oriente (vid. Fig. 1), de manera que las rocas más modernas se disponen hacia el núcleo de la curvatura, llegando a alcanzar incluso calizas del Jurásico basal.
Durante el Pérmico hubo importantes cambios climáticos con una tendencia hacia condiciones de sequedad e incluso aridez, sedimentándose principalmente materiales rojizos de tipo continental. Al final del período se produjo una extinción masiva de seres vivientes, no descartándose, entre otras causas responsables de la misma, la existencia de un vulcanismo extremo. Tras la catástrofe sólo sobreviviría un 10% de las especies que lo hacían a finales del Pérmico. Este evento de "gran mortandaz", ocurrido hace unos 251 millones de años, marca el límite Pérmico-Triásico.
Efectivamente, los materiales aflorantes de esa época se caracterizan por una peculiar tonalidad rojiza y grisácea y por contener manifestaciones volcánicas en sus secuencias inferiores. En líneas generales se diferencia un tramo inferior, con niveles de conglomerados carbonatados y una serie de conglomerados silíceos, areniscas y lutitas, más o menos margosas, irregularmente repartidas, y otro superior formado por arcillas rojas con yesos, de facies Keuper (atribuido ya al Triásico).
González Prado (op. cit.) efectúa un estudio geológico de los alrededores de Viñón, donde diferencia cuatro tramos (A, B, C y D) dentro de la serie permotriásica (Fig. 8), además de clasificar diferentes tipos de rocas volcánicas.
 
Mapa y cortes geológicos de los alrededores de Viñón

Mapa y cortes geológicos de los alrededores de Viñón

Figura 7. Mapa y cortes geológicos de los alrededores de Viñón (González Prado, 1972)

El trabajo más reciente realizado sobre la estratigrafía de este grupo de materiales se debe a Suárez Rodríguez (óp. cit.) quien define -ampliando lo definido por el autor precedente- ocho unidades litoestratigráficas (Tabla I). La mayoría de las denominaciones asignadas corresponden a topónimos municipales (Viacaba, Arboleya, Torazo, Valbuena, Niao).

 
Tabla1

Tabla1

Comienza la columna estratigráfica pérmica (Capas de Viñón) con un conglomerado calcáreo basal de tonalidad grisácea (Fig. 9) que alcanza al norte del concejo la máxima potencia (unos 30 m en Peña Cabrera), pero presenta un trazado intermitente. Continúa con una monótona serie detrítica, incluyendo la unidad de Torazo e inferiores, constituida por conglomerados, areniscas y lutitas, entre la que se intercalan frecuentes rocas volcánicas -coladas basálticas y fragmentos piroclásticos- (Fig. 10). La incidencia de la actividad volcánica disminuye hacia las unidades

superiores (Arboleya y Viacaba).

 

 
Conglomerado calcáreo basal del Pérmico

Conglomerado calcáreo basal del Pérmico

Figura 8. Conglomerado calcáreo basal del Pérmico. A la izquierda, en Niao; a la derecha, en la carretera AS-255, a 50 m al sur de la desviación a Valbuena

 

 
Materiales volcánicos en los taludes de la carretera AS-255

Materiales volcánicos en los taludes de la carretera AS-255

Figura 9. Materiales volcánicos en los taludes de la carretera AS-255. De izquierda a derecha y de arriba abajo: A) Unidad de Valbuena (p.k. 7,0); B) Unidad de Torazo (p.k. 8,0 La Casa'l Ríu); C) Unidad de Torazo (p.k. 8,0 La Casa'l Ríu); D) Unidad de Torazo (p.k. 8,2 La Llana); E) Unidad Torazo (p.k. 8,6 desviación a Arriondu); F) Unidad de Valbuena (p.k. 10,0 al norte de La Cruciada)

La parte más moderna de la serie (unidades de Lugás y Fuentes) se caracteriza asimismo por la dominancia de materiales lutíticos y detríticos rojos; sobresale el denominado "Conglomerado de la Riera" de naturaleza carbonatada y con gran interés metalogenético al hallarse en zonas próximas (Siero y Caravia) importantes yacimientos de espato flúor relacionados con él. Los materiales más modernos (unidad Fuentes) se componen de lutitas arenoso-limosas y limolitas arcillosas, con un característico color rojizo y más escasamente verdoso, con nódulos de carbonatos y yeso, mineral que se benefició en los alrededores de Gijón (Gutiérrez Claverol et al., 2002).
Se trata de una potente sucesión (puede sobrepasar los 1.500 m), aunque muy variable en sentido lateral, ya que se observan cambios destacables de unos lugares a otros, tanto litológicos como del espesor de la serie (Fig. 11).

 

 
Columnas estratigráficas representativas del Permotrías

Columnas estratigráficas representativas del Permotrías

Figura 10. Columnas estratigráficas representativas del Permotrías (Suárez Rodríguez, 1988). Se observa cómo los mayores espesores de materiales se encuentran en el sector occidental (la columna de la izquierda corresponde a
Cabranes)

La edad de estas unidades estratigráficas está comprendida entre el Pérmico y el Triásico. Parece demostrado por las dataciones paleontológicas que la parte baja pertenece al Pérmico Inferior (Autuniense), puesto que se han descrito fósiles de ese sistema; así Forster (1974) menciona la presencia de diversos tipos de Fusulinas y flora de Odontopteris en parajes contiguos, mientras que Wagner y Martínez-García (1982) hallan flora dentro de las Capas de Villaviciosa, también de edad autuniense (Fig. 12), en la inmediata población de Cueli (Villaviciosa). Por su parte, Manjón et al. (1992) relatan la existencia de Annularia stellata en materiales similares de la cuenca.

 

 
Flora fósil pérmica descrita por Wagner y Martínez García

Flora fósil pérmica descrita por Wagner y Martínez García

Figura 11. Flora fósil pérmica descrita por Wagner y Martínez García (1982). Izquierda: a) Callipteris conferta (Sternberg) Brongniart; b) Taeniopteris cf. fallax Goeppert; c) Taeniopteris cf. fallax Goeppert; d, e y f) Lebachia parvifolia Florin. Derecha: a, b y c) Taeniopteris cf. fallax Goeppert; d) Lebachia parvifolia Florin

Lo mismo ocurre con los estratos más altos de la serie, ya que Martínez-García et al. (1998) obtienen fósiles del Triásico Superior (Retiense), confirmándose su cronología mediante asociaciones palinológicas.

 
El Jurásico
Las rocas pertenecientes a este período, cuya edad oscila entre los 208 y los 146 millones de años, aparecen expuestos en el extremo noroeste del concejo (picos Arbazal, Piedrafita y La Corolla, y el pueblo de Pandenes). Allí, sobre las arcillas grises y rojizas, con finas intercalaciones de dolomías y yesos del Triásico Superior, se dispone una sucesión de calizas, predominantemente de textura fina y dolomías con finas intercalaciones de margas y, localmente a techo, brechas de colapso, que en la terminología geológica se denomina Formación Gijón (Jurásico Inferior). Las calizas y dolomías suelen estar afectadas por procesos kársticos, dando lugar a acuíferos subterráneos, puntualmente importantes; cabe destacar la fuente de Rali que mana de estos materiales jurásicos.

El Cretácico
Los sedimentos de este sistema comenzaron su depósito inmediatamente después del Jurásico e inician con un conglomerado de cantos silíceos redondeados y matriz limo-arenosa -bien visible al norte de Camás-, con intercalaciones de niveles de arcilla y arenisca fina muy poco cementada. Sigue un tramo arenoso constituido por areniscas de grano mayoritariamente fino, blancoamarillentas a grises, con intercalaciones de arcillitas plásticas; también se observan finos horizontes con lignitos, nódulos de pirita y costras ferruginosas; en las cercanías de Camás se han intentado beneficiar delgados horizontes de un lignito evolucionado a azabache. Corona la serie en esta zona un paquete de calizas fosilíferas pardo-amarillentas que dibujan un afloramiento alargado.

El Cenozoico
Constituye un pequeño manchón en el borde meridional del concejo. Se trata de depósitos de origen continental depositados hace unos 35 millones de años y constituidos por arcillas, areniscas, margas y conglomerados calcáreos ("Pudinga de Posada"). Esta pudinga se ubica inmediatamente al sur de un accidente tectónico regional (Falla de Llanera) y se forma a partir de la erosión de rocas carbonatadas cretácicas situadas en el bloque levantado de la falla. Su naturaleza caliza le confiere resistencia a la erosión proporcionando relieves destacables como es el caso del pico Incós (vid. Fig. 1), la mayor elevación de Cabranes; muchas veces, el conglomerado se encuentra karstificado originando cuevas tan importantes como la adyacente del Sidrón (Vallobal, Piloña) que ha aportado importante material fósil del Hombre del Neandertal.

Los productos volcánicos
Una de las características inherentes a los terrenos de este ámbito es la abundante presencia de rocas indicativas de una intensa actividad volcánica en el pasado.
Ya en 1934 el alemán Heriberto Karrenberg se refiere a esta petrografía señalando su presencia en el concejo. Relata que se observan tobas en la carretera al sur de Santa Eulalia de Cabranes y "ofitas" en una cantera al norte de esa localidad.
Los vestigios de vulcanismo corresponden a lavas basálticas -fracción sólida del magma en forma de roca fundida que expulsa el volcán- y a depósitos piroclásticos (tobas, aglomerados y cineritas) -partículas de cualquier tamaño arrojadas al aire procedentes de la fragmentación de la lava en una erupción volcánica-; se encuentran interestratificados con los niveles detríticos de origen sedimentario correspondientes a las Capas de Viñón. Ocasionalmente los niveles de cenizas muestran coloraciones llamativas producidas por diversos grados de oxidación.
La presencia de coladas con superficies escoriáceas (lavas fragmentadas) en algunos afloramientos indican que las erupciones fueron subaéreas, aunque no son descartables casos de erupciones subacuáticas (se han mencionado indicios de lavas almohadilladas).
En el cruce de la carretera AS-255 con la CB-1 que va a Santa Eulalia existe una antigua explotación (cantera de Lluéngara) de rocas volcánicas, intercaladas en la unidad de Niao (vid. tabla I), que se intentó poner en explotación para obtener áridos, sin éxito, en épocas recientes. El material es de color oscuro gris verdoso (Figs. 13 y 14), de gran dureza, muy diaclasado, con fractura concoidea y aristas cortantes. Igualmente, se encuentran afloramientos de naturaleza basáltica al norte de La Puerte y en el entorno de Gramedo o Graméu y Giranes o Xiranes.

 
Aspecto de campo de la colada basáltica de la cantera de Lluéngara

Aspecto de campo de la colada basáltica de la cantera de Lluéngara

Figura 12. Aspecto de campo de la colada basáltica de la cantera de Lluéngara (unidad de Niao)
 
Detalle del basalto de Lluéngara

Detalle del basalto de Lluéngara

Figura 13. Detalle del basalto de Lluéngara mostrando perforaciones para extraer muestras de roca

Estas rocas efusivas fueron estudiadas por González Prado (óp. cit.) quien las define como "basaltos porfídicos plagioclásicos, con olivino y augita"; se encuentran afectadas por una intensa alteración -asociada a fallas tectónicas- que dificultan reconocer alguno de sus minerales constituyentes, ya que muestran frecuentes fenómenos de reemplazamiento. Los silicatos olivino o peridoto [(Mg, Fe)2 SiO4] y augita [(Ca, Na)(Mg, Fe, Al)(Si, Al)2O6] son constituyentes habituales de los basaltos, junto con feldespatos y cuarzo.
Debido a la intensa alteración hidrotermal que afecta a este tipo de materiales no resulta fácil identificar al microscopio los fenocristales constituyentes, por lo que en estos casos los protocolos recomiendan utilizar un diagrama donde se coloca en ordenadas el total de álcalis (Na2O + K2O obtenidos en los análisis químicos) versus contenido en SiO2, en abscisas. En la Fig. 15 se puede observar que una gran mayoría de las muestras analizadas (corresponden a las mismas de las tablas II y III) se encuentran en el campo de las traquiandesitas.

 
Clasificación química de las rocas volcánicas del entorno de Cabranes

Clasificación química de las rocas volcánicas del entorno de Cabranes

 

Figura 14. Clasificación química de las rocas volcánicas del entorno de Cabranes basada en el total de álcalis vs. SiO2 (Valverde-Vaquero, 1992)

Por su parte, Suárez (1995) refiere que "las rocas volcánicas de la zona de Viñón, con contenidos en óxido de silicio que varían entre el 53 y el 61%, se clasifican como traquiandesitas basálticas y basaltos, siendo keratófidos las más alteradas" (Fig. 16).

 

 
Aspecto que presenta el basalto de la cantera de Lluéngara

Aspecto que presenta el basalto de la cantera de Lluéngara

Figura 15. Aspecto que presenta el basalto de la cantera de Lluéngara (Viñón) bajo el microscopio petrográfico. Entre un conjunto de minerales muy finos se aprecian cristales mayores con seudomorfos que reemplazan a plagioclasas, olivino y piroxeno. El lado mayor de la foto representa 1,8 mm

Las traquiandesitas constituyen un grupo petrográfico compuesto por fenocristales de ortoclasa (feldespato potásico) y de andesina (plagioclasa con calcio y sodio); el prefijo traqui- procede del gr. trachýs, con el significado de áspero al tacto. Los basaltos son de carácter calcoalcalino rico en potasio o shoshonítico (éste aún con más K) y los keratófidos (tipo de roca traquítica con feldespato sódico) son el resultado de la alteración de las rocas anteriores. Esta actividad ígnea de Cabranes representa el equivalente volcánico de un conjunto plutónico que se encuentra en Piloña.
Se ha realizado un estudio geoquímico sobre estos productos volcánicos (Valverde-Vaquero, 1992) con los resultados que se indican en las tablas II y III.

 
Tabla 2

Tabla 2

Leyenda: 1. Andesita basáltica con olivino (La Puerte); 2. Keratófido (Buslad, Villaviciosa); 3. Andesita basáltica con olivino (cantera de Lluéngara, Viñón); 4. Keratófido (Cermuño, Villaviciosa); 5. Lava andesítica tipo toba (Buslad, Villaviciosa); 6. Lava andesítica (La Madrera, Villaviciosa); 7. Lava andesítica tipo toba (La Madrera, Villaviciosa); 8. Keratófido (Cermuño, Villaviciosa); 9. Keratófido (Cermuño, Villaviciosa); 10. Lava riolítica tipo toba (Cermuño, Villaviciosa)
 
Tabla 3

Tabla 3

Leyenda: A. Keratófido (Buslad, Villaviciosa); B. Keratófido (Giranes); C. Keratófido (Giranes); D. Andesita con augita (sur de Gramedo)

Asimismo, utilizando el método radiométrico uranio-plomo se han datado las rocas
correspondientes a traquiandesitas y basaltos intercalados en la unidad de Niao, resultando una edad cercana a 303 +7/-6 millones de años (Valverde-Vaquero et ál., 1999), que sitúa el vulcanismo en el Pérmico cerca del límite con el Carbonífero.

 
La deformación de las rocas
Como ya se ha comentado, la mayoría de Cabranes se enmarca dentro de la unidad de Gijón-Villaviciosa, caracterizada por su escasa deformación -exceptuando algunos accidentes tectónicos locales-. La estratificación de las rocas permotriásicas y jurásicas se encuentra suavemente ondulada por la Orogénesis Alpina (movimientos corticales horizontales acaecidos en el Cenozoico) formando pliegues de amplio radio (Figs. 17 y 18) afectados por fracturas (Fig. 19). Destacan dos grandes pliegues denominados como Anticlinal de Viñón -en cuyo núcleo aflora el Carbonífero- y el Sinclinal de Cabranes, éste con orientación E-O (vid. Fig. 1). Hay que hacer excepción de la faja meridional -cuyos materiales cretácicos y cenozoicos están muy trastocados por fallas- y del sustrato carbonífero aflorante de Viñón, donde la Orogenia Varisca (se produjo a fines del Carbonífero) originó pliegues NE-SO con flancos más verticalizados y fallados (vid. Figs. 1 y 4).
 
Corte geológico general S-N entre Infiesto y Villaviciosa

Corte geológico general S-N entre Infiesto y Villaviciosa

Figura 16. Corte geológico general S-N entre Infiesto y Villaviciosa, atravesando el concejo de Cabranes (Karrenberg, 1934). Leyenda: Pal = Paleozoico; p = Pérmico; t = Triásico; J = Jurásico; k = Cretácico; b = Cenozoico
 
Cortes geológicos representativos del entorno de Cabranes

Cortes geológicos representativos del entorno de Cabranes

Figura 17. Cortes geológicos representativos del entorno de Cabranes (Suárez Rodríguez, 1988). Arriba: orientación NO-SE, en la zona central Carbonífero de Viñón, a la derecha La Cotariella. Abajo: orientación SO-NE, a la izquierda del corte se encuentra Camás, dentro de un contexto fallado, e inmediatamente a la derecha el Sinclinal de Cabranes, situándose Santa Eulalia hacia la mitad del mismo
 
Pequeña falla afectando a materiales de la unidad de Torazo

Pequeña falla afectando a materiales de la unidad de Torazo

Figura 18. Pequeña falla afectando a materiales de la unidad de Torazo en el p.k. 8,6 de la carretera AS-255, a la altura de la desviación a Arriondu y El Pandu. Separa dos tipos de materiales, los de la izquierda corresponden a tobas blanquecinas; los de la derecha a areniscas y lutitas rojizas

Las fallas presentan dos orientaciones principales: NE-SO, en relación con removilizaciones de las estructuras variscas, y NO-SE, característica dirección alpina.
El contexto estructural de la franja meridional es más complicado al estar implicada una importante zona de accidentes tectónicos, relacionada en buena parte con la denominada Falla de Llanera, estructura de génesis compleja que recorre de O a E un amplio territorio entre Llanera y Onís. De manera concreta, al sur de Fresnedo este accidente presenta un carácter de falla inversa o incluso cabalgante, superponiéndose materiales del Carbonífero a otros del Cretácico Inferior (vid. Fig. 1). Además es normal observar -como ya se percató Karrenberg en 1934- al conglomerado cenozoico ("Pudinga de Posada") cobijado por calizas del Cretácico Superior.

 
Otros recursos geológicos
Además del carbón, en Cabranes existen indicios de fluorita, barita, gas natural, áridos detríticos y se han detectado anomalías radiactivas.

Fluorita
En las inmediaciones de Torazo se descubrieron pequeñas concentraciones irregulares de fluorita (CaF2) -entre otros, en el caserío de Piedravieya-. Están emplazadas en materiales pérmicos, representados por un pequeño afloramiento de brecha calcárea y niveles con participación volcánica, afectados por fracturas (Gutiérrez Claverol et al., 2009).
En este paraje se ha investigado (en la concesión Torazo) un filón de 1 a 1,5 m de potencia reconocido por una galería y algunas calicatas. La mena está formada por fluorita y barita y aparecen trazas de minerales de Cu. Las leyes son del orden del 20-25% CaF2» (IGME, 1982). Tan sólo se llegaron a obtener algo más de 40 toneladas que eran transportadas al lavadero de Torre (Ribadesella), propiedad de la empresa Minersa, para su tratamiento.

Barita
En la unidad de Niao (vid. Tabla I), caracterizada por horizontes con coladas volcánicas básicas alternando con sedimentos lutíticos y areniscosos, los materiales muestran evidencias de procesos hidrotermales que dieron lugar a pequeños filones de barita (BaSO4), de hasta 6 cm de potencia. También aparecen filoncillos del sulfato en los niveles carbonatados ("Caliza de Bayones") de la unidad de Arboleya, así como en la de Lugás.

 
Gas natural
Aparte de las emanaciones mineras de grisú, la primera referencia sobre la aparición de
hidrocarburos gaseosos en Asturias se remonta a 1915, cuando ardió este fluido en el popular "Mecheru de Caldones" (Gijón), un sondeo en busca de la posteriormente denominada mina La Camocha.
En épocas recientes se pretendió recuperar el metano contenido en capas de carbón asturianas (proyectos C.M.R., acrónimo de "Coal Methane Recovery"). Los niveles carbonosos no sólo constituyen una "roca madre" del gas natural, sino que también pueden actuar como almacén de éste, hecho bien patente por las fluencias sistemáticas de metano (CH4) durante el laboreo subterráneo. La generación de gas natural se produce por la transformación de la materia orgánica original durante el proceso de carbonización y, en condiciones geológicas normales, la mayor parte del gas generado emigra hasta acumularse en lugares propicios ("trampas"), poros y fisuras de las rocas, o puede quedar retenido dentro de la propia capa de carbón.
La cobertera pérmica de Cabranes junto con el Carbonífero productivo -con afloramientos representativos en las zonas de Viñón y La Cotariella-Torazo-, sobre el que asienta, representan un potencial de generación y migración de gas digno de considerar (Gutiérrez Claverol et al., 2005), con unas características prácticamente idénticas a la nombrada cuenca gijonesa de Caldones.

Áridos detríticos
Las gravas y arenas constituyen el grupo de áridos detríticos naturales de creciente importancia industrial, imprescindibles, entre otros usos, para la obtención de morteros para la construcción. Los materiales del Cretácico -especialmente los conglomerados silíceos- que se disponen por el sur del concejo (vid. Fig. 1) presentan buenas características para su aprovechamiento. La pudinga silícea cretácica es objeto de beneficio actual en varias explotaciones de Siero y Nava.

Recursos radiactivos
Las campañas de prospección llevadas a cabo por la Junta de Energía Nuclear y la Universidad de Oviedo en los años 60 y otras posteriores que realizaron las empresas Explosios Río Tinto y Hunosa sobre la cobertera permotriásica asturiana pusieron de manifiesto anomalías radiométricas en uranio, con pequeñas concentraciones de uraninita (UO2).
Análisis de elementos traza de las coladas volcánicas del ámbito de Cabranes detectaron la presencia de uranio y torio (Fig. 20), elementos que tienen isótopos radiactivos naturales. Las estaciones donde se determinan los mayores contenidos (>6 ppm de U y >20 ppm de Th) se localizan en el concejo de Villaviciosa en zonas próximas a Cabranes (Cermuño, La Madrera y Buslad).

 
Geoquímica de los elementos traza U y Th contenidos en las rocas volcánicas de la órbita de Cabranes

Geoquímica de los elementos traza U y Th contenidos en las rocas volcánicas de la órbita de Cabranes

Figura 19. Geoquímica de los elementos traza U y Th contenidos en las rocas volcánicas de la órbita de Cabranes (datos de Valverde-Vaquero, 1992). La denominación de las estaciones se corresponde con la de las Tablas II y III

Sin embargo, las anomalías más aparentes -detectadas con un escintilómetro- se concentran sobre los depósitos piroclásticos tan abundantes por el concejo cabranés. De manera especial - en relación con tobas ácidas lítico-cristalinas de la vecindad de Torazo, y en proximidad a zonas de falla (Gutiérrez Claverol y Luque Cabal, 1992). (M. G. C.)

 
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