Durante varios años existió un pleito entre los ayuntamientos de Cabranes y Nava a causa de los límites del monte. En 1972, y con la aprobación del Ministerio de la Gobernación, se vendió una parcela repoblada del monte, siendo repartido el valor de la misma entre ambos ayuntamientos. En 1979, la representación de Cabranes presentó ante la de Nava una escritura de 1880, así como otros documentos del Instituto Geográfico y Catastral, haciendo hincapié en que entre los mojones situados entre Trapa y la Coroña de Castro no existían puntos intermedios. Por su parte, Nava alegó que, en consorció con la Diputación provincial, había realizado en el lugar una repoblación forestal sin que se presentaran reclamaciones de ningún tipo.
