Las noticias en torno al Cabranes primitivo y las indagaciones sobre su primer asentamiento humano -acaso la Coroña de Castro-; la explotación de la tierra en un medio geográfico de dificultoso laboreo; la discutida influencia de la Iglesia, de tan acusado protagonismo en el entorno rural del pasado; una organización sociopolítica poco favorecedora de los intereses del labrador, muy a menudo perjudicado por el abuso de los dueños de la tierra, desde los despóticos señores medievales a los arbitrarios arrendadores de los últimos tiempos; los inicuos gravámenes del poder administrativo; el hecho de que el territorio de Cabranes se encuadre en una colectividad, como gran parte del ámbito rural asturiano, siempre a expensas de las adversidades climatológicas y la propagación de pestes entre personas o animales, y el bajo nivel de vida que condujo a la emigración a buena parte de la población campesina -dentro de la Península la de carácter temporal, y hacia los países hispanoamericanos la ultramarina-, todo ello, en suma, delimita y define la trayectoria histórica del concejo de Cabranes, que, una vez solventadas las aludidas carencias bibliográficas, queda esclarecida a lo largo de las páginas de esta obra.
La ENCICLOPEDIA cubre un amplio contenido histórico, tanto desde el aspecto conceptual como en la perspectiva temporal, desde la oscuridad de los tiempos arcaicos a nuestros días. Y, al propio tiempo, es una enciclopedia temática y biográfica. La obra desarrolla, entre numerosos artículos monográficos -hasta ahora nunca abordados-, cuestiones de economía, agricultura, antropología, arqueología, arquitectura, arte, artesanía, biografía, comercio e industria, educación, etnografía, ferias y mercados, folclore, ganadería, gastronomía, heráldica, mitología, población, política, religión, transportes, comunicaciones, turismo y otras materias, así como cada una de las voces vinculadas a ellas. Entre los trabajos incluidos en la ENCICLOPEDIA, algunos de ellos destacan por su significación en el devenir de la vida cabranesa, como el que se refiere al fenómeno de la emigración, recurso ingrato que hubieron de afrontar tantos labradores del concejo y que, al cabo de muchos años de esfuerzo personal, fructificó en beneficio de la vida común: arreglo de caminos y cementerios, edificación de escuelas o rehabilitación de viejas iglesias. Tampoco es desdeñable el testimonio que en la obra que se deja sobre otros cabraneses que no cruzaron el océano, sino que se aventuraron a mejorar su suerte en ámbitos no tan lejanos, como los mozos que se hacían aguadores, criados, cocheros o mozos de cuerda en Madrid, o segadores temporeros en Castilla, de donde regresaban con un puñado de reales ahorrados y un apodo jocosamente aplicado por un compañero de cuadrilla, motes casi siempre despojados de sarcasmo y que aún perdura entre los herederos de los viejos emigrantes cabraneses a la corte.